.~ Con los pies en la tierra y los ojos en el cielo ~.

viernes, 14 de agosto de 2009

¿Qué vas a desear hoy?

¿Es lo mismo nunca haber tenido a nadie que haberlo tenido y haberlo perdido? Son muchos los que pueden pensar que no.
Melancolía y nostalgia... qué diferente se escribe y qué parecido suena. Hace poco aprendí el significado de estas dos palabras.
Melancolía es desear o esperar algo que nunca tuvimos, mientras que nostalgia es desear o recordar algo del pasado, de lo que estamos seguros que vivimos, extrañamos y queremos volver a ver. Se puede tener nostalgia de un juguete de la infancia, personas, momentos, lugares...
¿Pero y la melancolía? Estoy segura de que no queremos lo mismo todo el tiempo. ¿Cómo podemos definir exactamente qué es lo que queremos realmente para nosotros? ¿Es lo que queremos lo que necesitamos? Y eso que queremos, ¿nos haría bien tenerlo?
Algunos aseguran conocerse bien y saber qué es lo que quieren, ¿pero no es verdad que a veces una segunda opinión hace bien? ¿Y qué pasa si esa opinión es contraria a lo que queremos? ¿Seguimos el consejo? Seguro que la mayoría del tiempo no, porque esa melancolía nos vuelve ciegos, nos deja ver solamente eso que queremos ver, y por ambiciosos, por melancólicos, terminamos heridos y sufriendo al darnos cuenta de que eso que deseábamos con tantas ansias no era más que otro truco para que volvamos a sufrir. Y ahí es cuando aparece la nostalgia.
Qué ironía, ¿no? Así de rápido vino, y así de rápido se fue.
De melancolía pasó a nostalgia. En un segundo todo lo que pensaste que te iba a hacer bien te destruyó completamente.


Bueno, esto lo escribí hace un tiempo, filosofeando un día antes de irme a dormir (sí, ese es mi ÚNICO horario filosófico xD).
Espero que a los pocos gatos locos (?) que lo lean les guste ^^

Danula :)

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Danula =)
me gusto mucho lo que escribiste, puso mi cerebro a pensar, (si tenia un buen rato en Stand By xD) un salud2 cuidate =)

GioitaB dijo...

¡Me encantó!
A veces lo que tanto deseamos no es lo que nos conviene, sobretodo porque a veces queremos cosas o a personas por puro capricho, ignorando si nos hace bien en un futuro.

Besitos Danu, ¡qué bueno leerte de nuevo!