.~ Con los pies en la tierra y los ojos en el cielo ~.

sábado, 13 de marzo de 2010

“El público argentino es el mejor”. Sí, el mejor en egoísmo y ser hijos de puta.

En el título cito a varios artistas internacionales que han dicho esas palabras, textuales o no. Mi opinión es que ellos los vieron desde arriba del escenario y cantando sus canciones, no como los que vivimos acá que sabemos lo mierda que son los argentinos. Claro, yo también habría dicho lo mismo si hubiera estado ahí arriba, cosa que espero lograr en un futuro (aunque NUNCA voy a halagar a ningún argentino que no lo merezca realmente). Eso sí, los dos chilenos que estaban por ahí cerca de mí pudieron ver la verdadera cara de los argentinos, y puedo asegurar que no van a volver, porque lo dijeron.
Nunca me sentí tan decepcionada de mi país como hoy. Me sentí sucia al pensar que compartía la misma nacionalidad, el mismo “amor” por mi país con toda aquella gente que estaba ahí. La verdad, los odié. Odié haber estado ellos y odié el instante en que pensé la estupidez de quedarme ahí. Cuando tuve la oportunidad tendría que haberla tomado y haberme ido. Bueno, en realidad la tendría que haber fabricado dado que gracias a la gran pelotudez humana no la tuve ni la habría tenido.
Sí, gente, “ellos” son todos los argentinos hijos de puta que se importan ellos mismos y creen que “donde empiezan sus derechos terminan los derechos, la moral y hasta la dignidad del otro”, en vez de pensar correctamente en la tan famosa frase “donde termina el derecho de uno, empieza el del otro”.
Sinceramente nunca me sentí más ignorada en mi vida (y lo he sentido, cómo no). No sólo parecían ignorar mi presencia, sino también mis gritos de ayuda, que es hasta lo que tuve que llegar. No, pero claro, no les importó, porque ahí terminaba mi derecho de ser “rescatada” porque empezaba el de escuchar de ellos. Y estoy segura de que no fui la única, porque al lado mío había una chica que estaba en la misma situación que yo, pero que se cayó encima de un pibe que en vez de ayudarla la empujó para que se le salga. Hi-jo-de-pu-ta. Todavía tengo la cara de la mina grabada en la cabeza.
Daría TODO lo que tengo por haber nacido pobre en Inglaterra, antes de tener lo que tengo y ser argentina. Y me gustaría preguntarle a algún argentino orgulloso de serlo la razón de su amor por el país, y no habría asado, ni dulce de leche, ni empanadas, ni minas, ni Messi ni Maradona que valga. QUIERO FUNDAMENTOS RAZONABLES. Ah, no… ¡no existen! Porque NADIE en su sano juicio puede sentirse verdaderamente orgulloso de ser argentino. Somos el descanso mundial, el primer gran error de la historia europea. Y el que lo niegue sufrirá mi ira y mi puño (?)
Voy a sacarle una foto al moretón que me acaba de salir (son las 2 menos veinte de la madrugada del sábado, hace tres horas llegué del recital. Aclaro para que quede documentado). Quiero que la gente vea lo que se logra con la ignorancia humana. No sólo quedé así, sino que pagué $150 al PEDO, porque no pude disfrutar NADA. Y al que diga que prefiere quedar así y haber ido que verlo en televisión lo mato, porque no sabe lo que es la frustración y la impotencia.

Aún así tengo que rescatar el hecho de que los Franz son geniales, unos grosos. La rompen en el escenario, tocan como los dioses ♥
Gracias a Dios existió un momento en el que al fin pude tranquilizarme y dedicarme a lo que fui: a escuchar a estos cuatro genios de la música.

(Esto lo escribí ayer, cuando llegué, porque tenía la necesidad de expresar mi frustración...)