.~ Con los pies en la tierra y los ojos en el cielo ~.

sábado, 20 de julio de 2013

Qué fácil es olvidarse de las cosas, ¿no? El otro día decidí archivar todas las carpetas de la secundaria para hacerle lugar a las de la facultad (básicamente, decidí crecer), y encontré un montón de cosas. Por ejemplo, una nota que nunca le entregué a la profesora de Educación Física, que decía que no podía jugar al voley porque tenía fisurada la nariz. Qué loco, porque ni me acordaba. Me había olvidado completamente de que alguna vez me había pasado eso. Como me olvidé del blog.
La última entrada es tan vieja que ni siquiera estaba en la facultad. Sí, porque ENTRÉ AL LENGUAS VIVAS. Sí, aprobé el examen de Inglés pero no el de Español, así que estoy en el Profesorado. Y lloré mucho y me enojé, pero ya aprobé una materia, promocioné dos y si apruebo un final en dos semanas ya paso al Traductorado.
Pero me olvidé. Hace un año y medio que estoy viviendo la vida de un adulto y me olvidé de mi vida anterior. Esa en la que lo más importante era repartir los recreos entre los amigos, salir con las chicas y gustar de un pibito que jamás supo mi nombre.
Me re molesta ser así, pasar tan rápido de una cosa a la otra, porque sé que pierdo muchísimo en el medio.
También entre las carpetas encontré una prueba de Química en la que me saqué un 10. Si me preguntás ahora, lo único que sé es que H2O es agua, está formada por 3 moléculas y si le ponés una "h" al final se transforma en una bebida gasificada.

Qué horrible olvidarse tan fácil de todo.